Paseando con Góngora por la ciudad

Paseo gongorino

El pasado 12 de noviembre, la Asociación de Profesores Jubilados La Tribu Educa llevó a acabo una de sus actividades programadas para este curso: Paseo gongorino por Córdoba. La actividad tuvo una gran acogida por parte de los integrantes de la asociación, acudiendo a ella no solo miembros de la misma, sino también simpatizantes y amigos.

En este año, fecha gongorina de especial importancia por cumplirse el cuarto centenario de la difusión de las obras más destacadas y controvertidas de Góngora: “Fábula de Polifemo y Galatea” y “Las Soledades”, esta Asociación, atenta al fluir cultural presente, ha querido celebrar este encuentro.  Se recorrieron los lugares más emblemáticos de la ciudad vinculados a la vida y obra de D. Luis de Góngora:  la Plaza de la Trinidad, de las Bulas (hoy Maimónides), la calle de las Comedias (hoy Velázquez Bosco), la Mezquita-Catedral, la Puerta del Puente, la Plaza y Posada del Potro, así como la Plaza de las Cañas y de la Corredera.

Ana Capilla Serrano

En estos lugares gongorinos, se leyeron y comentaron textos del poeta y de otros autores relacionados con él; se destacó la importancia de D. Luis para la ciudad en un momento de transformación, como fueron los comienzos del Siglo XVII, con su visión avanzada sobre la necesidad de que Córdoba contara con un teatro importante, inexistente en otras grandes ciudades, (él formó parte de la comisión elegida por el Cabildo para estudiar la conveniencia del llamado Teatro de las Comedias). Se tuvo la ocasión de comprobar la genialidad de uno de los más grandes autores de la literatura, equiparable a Dante o Shakespeare, y de sumarse al reconocimiento que tanto a título general como particular se le viene tributando. Con todo ello se destacó la aportación del pasado a la ciudad. También se pudo  comprobar la importancia de la obra gongorina para la evolución de la poesía, que tuvo eco importante en otra edad de oro de nuestras letras, la Generación del 27.

Esta actividad estuvo dirigida por la profesora Ana Capilla Serrano a la que se agradeció su   ilustrada y distendida aportación. La sesión terminó con una comida de compañerismo y amistad en un establecimiento de la ciudad.